El Torogoz fue declarado oficialmente como “Ave Nacional de El Salvador”, en octubre de 1999. Para esta distinción se tomó en cuenta tanto su singular belleza, que radica principalmente en la variedad de colores de su plumaje, como por su simbolismo, ya que es un ave inadaptable al cautiverio y representa la unidad familiar, por la participación en pareja en el cuidado de sus pichones. Con la declaratoria se exhorta a preservarlo del exterminio y fomentar su protección.
El Ave Nacional simboliza además los esfuerzos por difundir una cultura protectora de nuestro medio ambiente y fomentar el respeto por las distintas formas de vida silvestre que subsisten en El Salvador.